Día 5, aún vivo.
"La religión islámica reconoce la existencia de otras religiones y reconoce su derecho a existir. El Islam enseña respeto por las personas de otras creencias y reconoce su derecho a practicar sus creencias libremente".
Marruecos, el país islámico más cercano a Europa, me recibió en todos los sentidos. Durante los últimos 5 días, he intercambiado "Assalamu alaykum" por sonrisas y brazos abiertos. Un trato bastante bueno para un motociclista aventurero que solo quiere conducir y disfrutar.
Ayer fui a un Hammam local en Chefchaouen. Fue la primera vez en este viaje y también la primera vez de esta forma para mí. Al principio, me sentí perdido sobre dónde poner mis manos, mis brazos y a mí mismo, ¿puedes relacionarte con esta sensación? Pedí un masaje y un hombre que no hablaba ningún otro idioma que no fuera árabe me miró y me dijo "vamos" con una mano en su pecho. Simplemente lo seguí.
Con gestos, me guió a través de esta cultura de Hammam, sin piedad, como si fuera otro ciudadano de Chefchaouen. Debo decir que llevo una cruz cristiana alrededor de mi cuello, pero eso no significaba nada para él. Todo estaba bien, prácticas saludables, amabilidad masculina (el masaje y el peeling fueron bastante firmes), sonrisas y me hizo sentir bien, integrado y seguro.
¿Por qué todos los europeos con los que hablo, me encuentro o interactúo, aquí o en Europa, siguen diciéndome que estoy loco por hacer este viaje solo? Por cierto, comparten cementerio con judíos y cristianos.
Reflexiones en el camino.